-¡Tengo mucha prisa! - gritaba el conejo- ¡Tengo muchas encomiendas que entregar este mes!
-No te angusties, seguro que no es para tanto - dijeron las Alicias al unísono.
-¡Pero tengo que exponerlas ante la Reina y su corte!- dijo angustiado.
-Nosotras quizás podamos ayudarte, siéntate y cuéntanos todo - dijeron las Alicias esbozando una sonrisa.
-Tengo demasiada prisa no puedo perder el tiempo- suspiró el conejo.
Después de sus últimas palabras desapareció corriendo en la inmensidad, dejando a las Alicias contagiadas de su ansiedad. Pobre conejo, nadie desearía estar en su piel...
Sometimes, just one second |
CONTINUARÁ...
Los agobios y las prisas nunca son buenos y el otro día se comentó en clase y en el foro que muchas veces los niños podían sentirse abrumados, tanto por el horario que tienen como por la carga de deberes que la mayoría deben hacer en casa. También hemos reflexionado sobre este tema en nuestro grupo, ya que estamos realizando un trabajo sobre la creatividad en el aula, y creemos que el exceso de trabajo y el hecho de que todos sean obligatorios puede ir en detrimento de la creatividad de nuestros pequeños genios.
Este artículo de La Opinión de Málaga arroja un poco de luz sobre el tema, y nos plantea la posibilidad de eliminar los deberes de nuestro sistema educativo ¿puede ser esta una buena manera de no frustrar a nuestros alumnos?
Podemos decir por experiencia propia que el exceso de trabajo es algo que puede llegar a ser un problema incluso hasta en la universidad ¿por qué nada cambia aunque todos nos demos cuenta de que algo falla? No hay que olvidarse nunca de lo sentimientos de nuestros alumnos, como ya hemos visto en numerosas ocasiones a lo largo de este curso, tengan la edad que tengan.
Para finalizar os dejamos con un vídeo que nos hizo pensar a todos.
This then is the first duty of an educator: to stir up life but leave it free to develop.
Maria Montessori